Fue introducida por la liga como respuesta a la creciente popularidad del fútbol europeo y también para ejercer poder sobre la camisetas fútbol FA. Esto no sucedió dado que el nombre los distintivos y la simbología de Almirante Brown ya habían sido creadas por sus fundadores y su primera comisión directiva desde 1912 y ya había participado del fútbol oficial (actual AFA). El fundador de Almirante Brown Juan Sábas Nicolini no fue informado, y «se enteró tres o cuatro días después» de lo que había sucedido, tal como se lo manifestó a su familia. Juan Sábas Nicolini no tuvo hijos y poseía ése aprecio en su sobrino, el doctor Honorio Foglia, exvicepresidente y médico de la institución, persona reconocida por su honorabilidad, al que le dejó la documentación probatoria y los acontecimientos de lo sucedido. Toda la documentación preservada es conservada por Carlos Foglia socio vitalicio de la institución y sobrino nieto de Juan Sábas Nicolini. Doctor Honorio Foglia, ex vicepresidente y médico de la institución, sobrino de Juan Sábas Nicolini, año 2007, documental audiovisual «Almirante Brown una vida con Pasión», Universidad Nacional de La Matanza. Contradictoriamente le informaron y pusieron en conocimiento al fundador de Almirante Brown la necesidad de su respuesta para realizar un buen gobierno en la entidad, explicándole que: ««y para nuestro buen gobierno» esperamos su respuesta categórica y definitiva al respecto por lo cual quedamos agradecidos».
La notificación en una aparente necesidad de buscar reconocimiento del fundador de Almirante Brown contuvo contradicciones, posiblemente en la idea de demostrar al pueblo de San Justo que había un supuesto club idéntico reciente frente al otro en la calle Tucumán al 500. Si bien Nicolini se enteró tres o cuatro días después de lo sucedido como se lo manifestó a su familia, ahora le enviaron desde la acera de enfrente una notificación controversial. Más tarde Boragno, una vez realizada el acta de reanudación de actividades, cruzó a la otra vereda y le pidió al fundador de Almirante Brown la entrega de todos los activos de la entidad para ser presidente de la continuidad institucional y «le dijo que esa noche se iba a reunir con unos amigos en su casa» (textual de Juan Sábas Nicolini a su sobrino Honorio Foglia). Honorio Foglia (que falleció en 2016). San Justo en la década de 1920 era un pueblo de solo tres mil habitantes, sin calles asfaltadas ni automóviles, es lógico que para su pequeña población seguía siendo el Brown de 1912 emplazado en la misma cuadra, mismo nombre, colores, símbolos, camisetas traspasadas, arcos y los banderines de córner con las iniciales de A. C. Almirante Brown.
El mismo acta de reanudación sostiene (textual) el mismo nombre, por ende, colores y distintivos creados en la acera de enfrente y a pesar del relato vertido a generaciones de socios y aficionados de la entidad, nunca la institución cambio su nombre que lo distingue desde 1912, «Almirante Brown». Juan Sábas Nicolini solo preservó los primeros cuadernos que contienen el borrador del acta fundacional del 1 de julio de 1912, el libro número uno de Club Atlético Almirante Brown, algunos ejemplares del estatuto, un solo banderín de córner que no había sido utilizado (el de reposición) y las redes de los arcos que utilizó Almirante en el primer torneo oficial (actual AFA) de su historia. Si bien las redes se podían adquirir por otros medios y que una institución cuando se inicia se realiza un aporte económico entre los fundadores y dirigentes para poner en funcionamiento el club confiesan no disponer de fondos, agregando que «no dispone de fondos para adquirirlos por ahora».
Si bien no hubo notificación alguna cuando Nicolini traspasó todos los activos a Boragno para la reanudación de la entidad, ahora le solicita «su mediación para obtener las redes para los arcos de Foot Ball», y el escrito reconoce que la entidad ya había sido fundada dado que agrega, «que pertenecieron al ex Almirante Brown». Al mes del reinició institucional, el 16 de febrero, Boragno ya presidente junto Knoelke vicepresidente le enviaron una carta a Nicolini, si bien vivía enfrente, esta vez decidieron enviarle un escrito para solicitar también las redes de los arcos. Es así como Nicolini «para la reunión de la noche» que ya se había realizado a las 9:30 horas de la mañana, le entregó todos los activos que en ese momento tenían un valor económico difícil de asumir. Cuándo Juan Sábas Nicolini traspasó todos los bienes para la continuidad de Almirante Brown su único deseo como fundador fue conservar las redes de los arcos meramente por un valor afectivo dado que se utilizaron en el primer torneo oficial de la institución en AFA en 1916, fueron tejidas con esfuerzo por su hermano Domingo Nicolini y quería que se preservaran como testimonio para las futuras generaciones. El escrito sin mencionar todo lo traspasado, de un valor económico muy importante en esa década, entregado por el fundador para la reanudación sin costo alguno, ahora en la supuesta intención de informar que hay un «Centro de reciente creación» le proponen comprar las redes de los arcos en cuotas.